LUIS MIGUEL SANCHEZ CERRO (1930-1931 y 1931-1933).
Los Presidentes del Perú,
LUIS MIGUEL SANCHEZ CERRO (1930-1931 y 1931-1933).
Nació el 12 de agosto
de 1889 en Piura. Sus padres fueron Antonio Sánchez y Rosa Cerro. Curso
estudios en el Colegio Nacional San Miguel; luego se trasladó a Lima (1906) e
ingreso a la Escuela Militar de Chorrillos de la cual egresa en 1910 como
subteniente de infantería. Fue destacado a Sullana, donde se desarrollaba una
tensa situación con el Ecuador, contra el arbitraje del rey de España.
Paso a Sicuani (1911) y
Lima (1912). Ascendido a teniente, participa decididamente en la revolución
militar que destituyó al presidente Billinghurst (1914) y, de las heridas que
recibió, una le originó la perdida de dos dedos de la mano derecha, lo que le
valió el apodo de «el mocho». Promovido entonces a la clase de capitán, fue
enviado a Washington en calidad de adjunto militar (1914-1916). Con los galones
de sargento mayor 1918), Viajo a Arequipa (1920) a las filas del Nº 11; y a las
funciones de juez militar en el Cusco. Allí en el pronunciamiento contra el
gobierno de Leguia (1922), pero fue debelado sin dificultad cuando el sublevado
cayó gravemente herido.
Sufrió prisión en la
isla de Taquile (www.isladetaquile.com.pe) y quedó separado del servicio hasta
que se le destinó. A manera de prueba, como ayudante del Ministerio de Guerra
(1925). Declinó aceptar las tropas reales que el prefecto del departamento puso
a su disposición, y marcho solo hasta Pampa (Cusco), donde tomó el comando de
la unidad sublevada y la disciplina. En misión de estudios viajo luego a
Europa. Se alisto en el ejército español para concurrir a la guerra sostenida
en Marruecos y, durante la campaña del Riff, observó un comportamiento
valiente.
Estuvo en Italia y
Francia, y al volver se le ascendió a teniente coronel (1929). Nombrado
comandante del batallón de Zapadores Nº 3, en la guarnición de Arequipa, inició
allí una revolución militar (1930) que puso término al régimen mantenido por
Leguia durante 11 años, convirtiéndose súbitamente en caudillo popular. Bajo su
presidencia se organizó una junta de gobierno que prometió «moralizar y
normalizar la vida institucional y económica», y afrontó hondos problemas
sociales y políticos.
Al convocar a
elecciones generales, fue requerido para que postule su candidatura
presidencial, apartándose de la junta (1931). Favorecido por el voto secreto y
obligatorio de la ciudadanía, asumió el poder, pero el APRA no admitió su
triunfo, iniciando entonces una intransigente oposición en el Congreso y en las
calles. Se dio una «ley de emergencia» a cuya sombra se efectuó el desafuero de
23 parlamentarios (1932).
Un fanático le disparó
en la Iglesia de Miraflores y lo puso al borde de la muerte al atravesarle un
pulmón. Estalló UH motín en la Armada; oficiales del Ejército fueron masacrados
en el cuartel de Trujillo; Huaraz, Cajamarca y Huancavelica fueron hostigados
por la agitación partidarista; la captura del puerto fluvial de Leticia
comprometió al país en un conflicto armado con Colombia. Finalmente el domingo
30 de abril de 1933, después de pasar revista a los batallones peruanos en el
Hipódromo de Santa Beatriz, cuando se retiraba del lugar en un automóvil
descubierto, Sánchez Cerro fue asesinado a tiros por un fanático.
Ese misino día se
reunid el Congreso y designo como presidente de la Republica al general Oscar
R. Benavides, para completar lo que restaba del mandato de Sánchez Cerro.