MARIANO HERENCIA ZEVALLOS (1872).
Los Presidentes del Perú,
MARIANO HERENCIA ZEVALLOS (1872).
Nació el 15 de octubre
de 1820 en el Cusco. Hizo sus estudios en el Colegio Nacional de Ciencias.
Luego vino a Lima e ingreso al servicio del Ministerio de Gobierno; y pronto
sentó plaza en el Ejército para cooperar en la campana restauradora.
Designado luego a la
subprefectura y comandancia militar de Apurímac (1842), secundo la revolución
constitucional que los generales Domingo Nieto y Ramón Castilla hicieron contra
el Directorio (1843-1844); y, ejerciendo aún aquel cargo, se trasladó al Cusco
para ayudar a la organización de un movimiento revolucionario contra el
gobierno presidido por el general José Rufino Echenique; pero una denuncia lo
obligo a refugiarse en su hacienda de cana del Cachinchigua (Abancay), y luego
en Andahuaylas, donde movió a la gendarmería; por iniciativa propia formo un
batallón de 600 plazas para apoyar la revolución liberal de 1854. Herido en la
Batalla de La Palma (1855).
Fue ascendido a
coronel. Elegido diputado por Aymaraes (1855); fue entonces prefecto de
Huancavelica (1856) y de Ayacucho (1857). Nombrado comandante general de la IV
división, acuartelado en Cuzco (1858), intento un movimiento revolucionario
(1859) contra el presidente Castilla; pero no halló apoyo, capitulo y se retire
a la vida privada.
Volvió a la actividad al
iniciarse la revolución nacional conducida por el coronel Mariano Ignacio Prado
(1865); y, comandando la división de vanguardia, participó en la lucha librada
por la posesión de Lima. Nombrado prefecto del Callao, concurrió al combate
contra la Escuadra Española del Pacifico (2-5-1866). Elegido diputado por Cusco
(1867), se limitó a callar y emitir su voto, según apunto Ricardo Palma; y
presidió las sesiones del Congreso Constituyente (1867).
A continuación fue
elegido senador por Cusco y primer vicepresidente de la República (1868); y le
toco ejercer el mando cuando fue asesinado el presidente José Balta (1872). No
obstante haber acatado la elección presidencial de Manuel Pardo, fue acusado de
haber conspirado contra su gobierno, siendo conducido a un lejano lugar de
confinamiento, en Chinchao, Huanuco, donde fue asesinado, el 2 de febrero de
1873 por la guardia encargada de su custodia.