Los
Presidentes del Perú, LIZARDO MONTERO FLORES (1881-1882).
Nació
el 27 de mayo de 1832 en Ayabaca (Piura). Sus padres fueron José Casimiro
Montero del Águila y Gregoria Flores Izaga. Inicio sus estudios en la
Universidad de Quito; se trasladó a Lima en 1851 e ingresa a la Escuela Naval
en calidad de guardiamarina.
Con el grado de alférez de fragata (1854) fue
adscrito a la dotación de la Mercedes y se halló en su naufragio frente a Casma
(1854); paso a la fragata Apurímac, a bordo de la cual apoyó las incursiones
revolucionarias que Vivanco efectuó a lo largo del literal (1857).
Participando
en los combates de Arica y Callao. Restablecido el orden (1858), viajó a
España. Al retornar (1862), se le reconoció el grado de capitán de corbeta y se
le confió el mando del bergantín Lerzundi, con el cual secundó la revolución
acaudillada por el coronel Mariano Ignacio Prado (1865).
Ascendido
a capitán de navío y nombrado comandante general de la escuadra, situó sus
unidades entre las naves españolas y la población del Callao, e impidió así la
destrucción del puerto, en tamo que puso a los atacantes bajo los fuegos de las
baterías costeras, en la epopeya del Dos de Mayo de 1866
También fue uno de los
gestores del Partido Civil. Al ser declarada la guerra por el gobierno de Chile
(5-4-1879), fue designado jefe político-militar de los departamentos del Sur;
pero no recibió los refuerzos y los pertrechos que demandaba la defensa de
Tacna. Asistió a las Batallas de San Juan y Miraflores en enero de 1881.
Por
acuerdo del Congreso reunido en Chorrillos, fue elegido primer vicepresidente
de la Republica; y al ser confinado en Chile el presidente Francisco García
Calderón en noviembre de 1881, asumió el Poder Ejecutivo.
Poco
tiempo después, el 31 de agosto de 1882, desde la hacienda Montan en Cajamarca,
Miguel Iglesias, que a la sazón era jefe político-militar en el Norte, lanza un
manifiesto conocido como «El Grito de Montán», donde repudia al contralmirante
Montero. Gracias al apoyo de una Asamblea Legislativa, Montero es despojado del
cargo y el nuevo nombramiento recae sobre Miguel Iglesias, a quien le dan el
título de Presidente Regenerador del Perú.
Montero
opta por dirigirse a Bolivia y luego a Argentina. De vuelta en el país, fue
nuevamente elegido senador por Piura (1890-1894); y se retiró a la vida privada
cuando triunfo la revolución cívico-demócrata que favoreció la exaltación de
Nicolás de Piérola a la presidencia. Falleció el 5 de febrero de 1905, en Lima.