MIGUEL IGLESIAS PINO (1882-1885).
Los Presidentes del Perú,
MIGUEL IGLESIAS PINO (1882-1885).
Nació el 11 de junio de
1830 en Cajamarca. Sus padres fueron Lorenzo Iglesias Espinach y Rosa Pino.
Interrumpió sus estudios de Derecho para asumir la administración del
patrimonio familiar.
Al extenderse la
reacción nacional contra el Tratado Vivanco-Pareja, ejerció la prefectura del
departamento de Cajamarca entre 1865 al 1868; en uso de su autoridad, y merced
a su propio peculio, organizó un batallón de voluntarios que condujo hasta Lima
para contribuir a la defensa; y en atención al servicio tan oportuno se le
confirió el grade de coronel.
Por tercera vez emergió
en la vida nacional cuando Chile formuló su declaratoria de guerra al Perú el 5
de abril de 1879 y, activamente organizó y equipo una fuerza ascendente a 3.000
hombres: se trasladó al frente de ella a Lima; respaldo el pronunciamiento
efectuado por Nicolás de Piérola contra el vicepresidente Luís La Puerta en
1879; y asumió el ministerio de Guerra y Marina en el gobierno dictatorial que
aquel organizó.
Durante la batalla de
San Juan en enero de 1881, estuvo en el ala derecha, desde la madrugada, y
atrajo los mayores ataques chilenos hasta quedar rodeado en el Morro Solar y se
hecho prisionero. Liberado sin condiciones, transmitió a la junta de guerra las
proposiciones que el comando enemigo formulo entonces para ajustar la paz; y
cuando la capital fue ocupada, se retiró a su hacienda.
Pero pronto se unificó
el país bajo la autoridad del contralmirante Lizardo Montero; y, nombrado jefe
militar y político de los departamentos del Norte, tomo el comando de las
fuerzas existentes y organizó las unidades que combatieron victoriosamente en
San Pablo en 1882.
Dirigió al país una proclama conocida como el Grito de Montan,
en agosto de 1882: reconocía la derrota y, con el título de jefe Supremo, se
comprometía a negociar la paz. Convocó a una Asamblea Legislativa que se reunió
en Cajamarca, que lo nombro presidente regenerador en 1882 y lo faculto para
iniciar la paz con Chile.
Suscribió el Tratado de
Ancón el 20 de octubre de 1883; convoco a una Asamblea Constituyente que asumió
la responsabilidad de ratificar el Tratado y lo eligió presidente provisorio en
1884.
El general Andrés A. Cáceres mantuvo su rebeldía, pues, aun reconocido el
Tratado como hecho consumado, expreso su desaprobación a los términos de la
paz; y, negándose a obedecer la autoridad del general Miguel Iglesias bajo la
alegación de que había tenido su origen en la protección chilena. Siguió una
larga y cruenta guerra civil que determinó la renuncia del negociador de la paz
en 1885. Falleció en Lima, el 7 de noviembre de 1909.